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  Amar Demasiado es el Egoísmo Más Tóxico Realmente es sumamente deprimente soltar cuando no quieres, saber que tu ciclo y tu historia acabó en un lugar y pensar en las posibilidades de cómo hacer para quedarte, aunque la vida te dice de mil maneras que debes marcharte. La lección de desapego es mucho más grande: soltar no solamente se trata de un amor de pareja, también trata de soltar lazos familiares y de amistades. A veces solemos amar tanto a las personas que no notamos que somos una piedra en su camino , y que solo estamos puesta allí sin hacer nada productivo. Pensamos en el miedo de perder al ser amado, y por no sufrir nosotros, preferimos que sufran ellos. El amar en exceso nos vuelve egoístas y manipuladores, convirtiéndonos en una persona tóxica, temerosa al abandono. No consideramos que, nuestros hijos, hermanos, sobrinos y demás familiares también deben volar como alguna vez lo hicimos nosotros. Es el ciclo de la vida, y está escrito. Soltar aquello que desea ser libr...

El Alma que Busca la Llama de la Comunidad "Agarraré vuelo y volaré hasta lo alto de aquella colina, allí estarán postradas esperando mis ganas de seguir." Es la promesa que me hago a mí misma, sabiendo que el camino es duro y que la fuerza para continuar a veces me abandona. Y la verdad es que no somos completamente independientes. Somos un eco de lo que fue. "Los recuerdos nos mantienen vivos y avergonzados," pero por suerte, hay una fuerza divina que nos mantiene con esperanza y fe. Sabemos que en cualquier momento las cosas pueden cambiar para nosotros, y esa pequeña fe es lo que nos impulsa a mejorar cada día. Existe un vacío, y el dolor de existir sin propósito es real. Hay algunos que solo quedan ahí, sin movimiento, sin esperanza, y se rinden. Las ganas se van y solo pensamos que somos humanos sin ningún tipo de motivo. Este es el sentir: "Nacimos solo para existir, y es lo que más nos frustra." Ninguno en su sano juicio solo quiere nacer para exis...

¿Por qué forzar a alguien a quedarse te cuesta la Miseria? Desde que descubrí que es más importante ponerme en alerta cuando me pierdo a mí mismo, y no cuando pierdo a otra persona, todo en mi vida cambió. Perder a alguien, o que te pierdan, es algo que viene incluido en el paquete que te dan al comenzar a vivir. Para mí, es normal perder a las personas o que ellas me pierdan a mí. Lo que nunca será normal es perder mi ser o quién soy, solo por buscar respuestas que, a veces, es mejor no tener. Entender esta faceta de la vida me ha sido tan difícil que aún me cuesta aceptarla, pero sé que no es imposible. Miro hacia atrás y noto que muchas personas se han ido, han muerto o, por cualquier razón, han desaparecido. Solo me queda agradecerle a cada una de ellas por permitirme aprender y descubrir cosas que nunca pensé. Solo me queda sonreír y seguir. De eso se trata la vida: el tren no se va para nadie, porque el conductor eres tú. Hay gente que sube a tu tren para enseñarte nuevas rutas, ...

 La vida, en su forma más cruda, es una prisión. Pero esta no es una prisión donde otros nos encadenan; es una que nosotros mismos construimos, y la llave está en nuestra mano. Comenzamos la vida como proyectores. Nuestra mente no es una ventana, es un "fuego interno". No vemos el mundo como es, lo vemos como necesitamos que sea. "Idealizamos" personas, trabajos y amores, no porque seamos ingenuos, sino para protegernos. Proyectamos sombras sobre la pared "para no hacernos daño", porque la verdad, en su luz completa, duele. No estamos "listos para despertar". En el fondo, sé que "somos seres luminosos que sabemos lo que queremos", pero elegimos activamente nuestras "creencias limitadas". Somos dioses fingiendo ser prisioneros, y esa es nuestra tragedi a. La Escuela del Despertar Pero esta prisión no es un castigo. Es una escuela. El karma es nuestra modalidad de aprender. La vida es una rueda, un ciclo de lecciones que olvidam...

  Bienvenidos a este espacio, un refugio ineludible en el caos de la vida moderna. Este no es un blog de teorías abstractas, sino una bitácora de ética aplicada y filosofía práctica. Nuestra misión es clara: explorar cómo la sabiduría estoica de hace miles de años se convierte en el mejor escudo contra el ruido del presente. Aquí nuestra rebeldía no es contra el mundo, sino contra la debilidad de la mente: la que nos tienta a la queja, la victimización y la distracción. En este equipo, nuestra meta es simple: que nuestra mente, aunque marcada por las grietas de la adversidad, aprenda a florecer con la única herramienta que poseemos, la razón. Gracias por unirte a esta disciplina. Empecemos."