El Complejo de la Jaula
Amar Demasiado es el Egoísmo Más Tóxico
Realmente es sumamente deprimente soltar cuando no quieres, saber que tu ciclo y tu historia acabó en un lugar y pensar en las posibilidades de cómo hacer para quedarte, aunque la vida te dice de mil maneras que debes marcharte.
La lección de desapego es mucho más grande: soltar no solamente se trata de un amor de pareja, también trata de soltar lazos familiares y de amistades.
A veces solemos amar tanto a las personas que no notamos que somos una piedra en su camino, y que solo estamos puesta allí sin hacer nada productivo.
Pensamos en el miedo de perder al ser amado, y por no sufrir nosotros, preferimos que sufran ellos. El amar en exceso nos vuelve egoístas y manipuladores, convirtiéndonos en una persona tóxica, temerosa al abandono.
No consideramos que, nuestros hijos, hermanos, sobrinos y demás familiares también deben volar como alguna vez lo hicimos nosotros. Es el ciclo de la vida, y está escrito.
Soltar aquello que desea ser libre es el acto menos egoísta que harás en la vida. Es tener claro que el bienestar del otro es importante, no hacer que aquella persona que desea ser libre se sienta menos por no poder independizar sus necesidades. Ayudarías más apoyando su decisión que cuestionando lo que otros ven correcto.
NO PUEDES ENCERRAR EN UNA JAULA A UN ÁGUILA. Tarde o temprano morirá por falta de libertad e independencia, volviéndolo inútil y flojo para sus propias necesidades. El amor verdadero es el que abre la puerta.

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